Dr. Carmignoto, ¿por qué decidió automatizar su farmacia?
Decidimos automatizar la farmacia porque era necesario estar al día y, habiendo decidido renovarla, era el mejor momento para hacerlo. Además, gracias a la desgravación fiscal disponible en los almacenes automatizados, pudimos matar dos pájaros de un tiro.
¿Cuáles son las razones por las que confió en Pharmathek para la renovación?
Analicé minuciosamente las soluciones que ofrecían todos los posibles proveedores del mercado y pude ver cómo todas las empresas tenían puntos a favor y en contra, pero al final decidí confiar en Pharmathek por su pertenencia al Grupo Th.Kohl que por un lado me ofreció una garantía adicional de calidad, tanto en el producto como en la empresa, por otro lado, me permitió desarrollar un proyecto integral contando con un solo interlocutor.
¿Qué ha cambiado desde que se instaló el robot?
La forma de trabajar ha cambiado. En particular, hay 3 ventajas principales que mi personal y yo hemos podido encontrar.
El primero es sin duda la serenidad en el trabajo. Por poner un ejemplo, al tener dos farmacias, me podía pasar que no recordaba dónde estaba un determinado medicamento en los cajones o que no lo encontraba porque lo había colocado un colaborador en su interior. Ahora el brazo mecánico, al que en broma llamamos Rocco, se encarga de esta tarea, ya que él también es un «colaborador» de la farmacia.
La segunda gran ventaja está vinculada a la gestión de vencimientos, que ahora se realiza de forma automática.
El tercero es el hecho de poder aprovechar el tiempo que transcurre entre el pedido del producto en mostrador y su entrega en mostrador para poder comunicarse con el cliente, investigar sus futuras necesidades y luego ofrecerle los productos orientados a satisfacerlas. Esto hizo posible, en pocas palabras, mejorar la rentabilidad de la farmacia.
Recientemente hemos empezado a utilizarlo, pero ya nos ha convencido de que es una elección que dará buenos resultados.