Dr. Martini, ¿qué le llevó a decidir automatizar su farmacia?
Decidimos robotizar nuestra farmacia porque sentimos la necesidad de automatizar algunos procesos internos, como la gestión de almacenes, es decir, la cadena de almacenaje, vencimientos, etc.
También queríamos obtener una mejor calidad sin receta para los farmacéuticos.
¿Qué te llevó a elegir Pharmathek?
Experiencias positivas previas con la otra empresa del grupo, Th.Kohl. Con el tiempo, hemos desarrollado una relación de gran estima con esta empresa y nos sentimos seguros de poder contar con ellos también para la automatización de almacenes. Por esta razón, no teníamos dudas sobre la empresa en la que confiar, también respaldados por el boca a boca que me llevó a escuchar cosas buenas sobre el robot en sí.
¿Cómo ha cambiado el trabajo desde que automatizaste tu farmacia?
Ha cambiado 360 grados. Tanto la gestión de back office, ahora mucho más sencilla y rápida, como la gestión de clientes en el mostrador han cambiado totalmente.
Mientras el robot nos entrega los productos en mostrador, ahora tenemos un período de tiempo que se puede aprovechar para aumentar la rentabilidad de la farmacia gracias a una mejor y más efectiva presentación de los servicios ofrecidos y días en la farmacia.
Además, el robot actúa como atractivo: no solo porque nos permite mejorar el servicio sino también por la propia tecnología. Los clientes quedan gratamente sorprendidos, asombrados e intrigados al ver que los medicamentos llegan “solos” al mostrador y hemos tenido que realizar visitas guiadas en el back office varias veces para mostrarles el almacén robotizado y cómo funciona.
Una pregunta algo divertida: muchos farmacéuticos le dan un nombre al recién llegado. ¿Lo bautizaste de alguna manera?
Sí, mis colaboradores lo llaman Giga, diminutivo de gigante.