¿Qué le llevó a decidirse por instalar un almacén robotizado?
Inicialmente, no tenía intención de instalar un robot de farmacia porque estaba convencida de que era necesario tener mucho espacio en la farmacia o al menos tener un sótano donde colocarlo. Me equivoqué: no solo no ocupa todo el espacio que pensé que necesitaba, sino que, por el contrario, me permitió recuperar espacio, ¡entre 10 y 15 metros cuadrados! Esto nos ha permitido revolucionar por completo los espacios de la farmacia.
¿Qué opina del robot?
El robot es una herramienta realmente útil en la farmacia, práctica, nos permite a mí y a mis colaboradores trabajar en condiciones muy cómodas.
¿Cómo reaccionaron los clientes a la automatización?
Inicialmente con sorpresa, luego reemplazada por interés y encanto.
No hay que subestimar el hecho de que haber instalado un almacén robotizado nos ha permitido dar una imagen moderna y altamente tecnológica.
Después de todo, yo también a veces miro por la ventana del robot y observo el brazo mecánico mientras se desplaza entre los estantes. ¡Siempre es tan asombroso!
¿Cómo ha cambiado la gestión de la farmacia con el robot?
Para mejor: ahora ya no perdemos tiempo metiendo productos en cajones. Son actividades que no aportan valor añadido. Ahora, sin embargo, el robot nos permite permanecer en el mostrador durante todo el período del servicio, siempre en contacto con el cliente sin abandonarlo nunca.
Doctora Fontanaist